En búsqueda de mayor agilidad y escalabilidad, cada vez más empresas se vuelcan hacia entornos de nube. No obstante, la rapidez y el ahorro no vienen solos, sino que traen consigo diferentes retos en términos de seguridad cloud.
Para evitar inconvenientes, no basta con identificar cuáles son los principales desafíos de ciberseguridad de este entorno. También es necesario conocer e implementar una serie de mejores prácticas para potenciar la protección.
¿Cuáles son esas actividades recomendadas? Te las contamos en esta nota.
Cuáles son los principales desafíos de seguridad en los entornos de nube
Gracias a la adopción de modelos de cloud computing, las organizaciones ganan agilidad y escalabilidad, ahorran dinero evitando el sobreaprovisionamiento de recursos e impulsan la eficiencia.
No obstante, la obtención de estos beneficios trae aparejada una serie de retos en términos de seguridad cibernética.
Falta de visibilidad
Cuando las empresas emplean infraestructuras en la nube y datacenters on-premise de manera conjunta —en vez de adoptar modelos híbridos que incluyen nubes privadas y públicas—, los entornos IT se tornan ámbitos complejos en los cuales intervienen aplicaciones de terceros, datos confidenciales e identidades.
El crecimiento de estos elementos expande la nube, llevando a que las compañías pierdan el control de los recursos y dificultando su protección.
Errores de configuración
¿Qué sucede cuando la configuración de un sistema o de una red no es la apropiada? Aumentan las posibilidades de que personas con conocimientos informáticos y malas intenciones se cuelen a través de ellos, accediendo a datos, aplicaciones y recursos críticos.
La aparición de brechas de seguridad es un fenómeno multicausal que puede deberse a errores humanos, automatizaciones mal definidas o falta de conocimiento acerca de lo que implica la protección cloud.
Ataques de phishing e ingeniería social
Los seres humanos son falibles. Los hackers suelen aprovecharse de las fallas y/o el desconocimiento que tienen algunos colaboradores sobre cómo protegerse de amenazas cibernéticas y lanzan ataques de phishing con el objetivo de engañar a los empleados para que concedan acceso a información confidencial.
Para complejizar aún más el panorama, utilizan inteligencia artificial para sofisticar las amenazas de ingeniería social, haciendo que para los trabajadores sea difícil distinguir si es un mensaje o correo de un remitente conocido y, por lo tanto, confiable, o bien si se trata de un emisor u usuario ficticio.
Privacidad y confidencialidad de los datos
La migración cloud de los sistemas, datos y recursos IT permite acceder a ellos desde cualquier lugar. Sin embargo, este beneficio viene acompañado de retos en términos de ciberseguridad.
Para mitigar el riesgo de accesos indebidos, violaciones a la privacidad y falta de confidencialidad, las empresas deben controlar qué usuarios pueden acceder a los recursos e implementar medidas que garanticen que solo lo hagan los perfiles efectivamente autorizados.
Compliance
El cumplimiento normativo es, sin dudas, uno de los desafíos de seguridad cloud más habituales para las empresas.
Como mencionamos, si quieren evitar problemas legales, multas, suspensiones y daños a su reputación, las organizaciones deben asegurar la confidencialidad y la integridad de los datos que se alojan en la nube.
Asimismo, tienen que enfocarse en cumplir los requisitos reglamentarios vigentes, sin perder de vista ninguna actualización o modificación en el alcance.
Escasez de talento calificado
Distracciones, cansancio, omisiones involuntarias, desconocimiento… Estos son algunos de los factores que derivan en errores humanos.
A eso se le suma la falta de expertos en IT que sepan cómo poner en marcha medidas de protección cloud adecuadas. ¿El resultado de la combinación de ambos escenarios? Un aumento notable del riesgo de ataques cibernéticos.
El factor humano es un elemento central en la adopción cloud. Capacitar a los colaboradores adecuadamente y crear una cultura de ciberseguridad robusta que abarque a todas las áreas organizaciones es clave para mitigar el peligro.
Vulnerabilidad generada por terceros
Finalmente, otro de los principales retos de seguridad en la nube tiene que ver con el uso de recursos third party que no cuentan con la protección adecuada y, por ende, hacen que el entorno sea más vulnerable.
Cuando las aplicaciones, servicios y sitios de terceros no tienen la seguridad necesaria, los hackers aprovechan para atacar la infraestructura.
8 buenas prácticas para reforzar la seguridad cloud
Con el objetivo de dinamizar su operatoria y potenciar su eficiencia, para 2025, más del 85% de las empresas adoptarán un enfoque centrado en la nube, sostiene Gartner.
Sin embargo, para que las organizaciones puedan realmente aprovechar la nube, necesitan potenciar la seguridad cloud a través de la implementación de una serie de prácticas.
Cifrar los datos de extremo a extremo
El cifrado es uno de los pilares más importantes de la seguridad de los datos en un entorno de cloud. Si los datos están cifrados, por más que los hackers logren acceder a ellos, no podrán comprenderlos ni (mal) utilizarlos
Es preciso cifrar los datos en reposo, es decir, aquellos que están almacenados en máquinas virtuales o físicas, bases de datos y copias de seguridad, entre otros entornos. Encriptarlos permite evitar accesos no autorizados y violaciones de datos.
Ahora bien, no basta con cifrar los registros almacenados. También es imprescindible encriptar los datos en tránsito, es decir, aquellos que se mueven entre sistemas o a través de una red.
Este punto es especialmente importante en los entornos de nube, donde los datos a menudo fluyen a través de varias plataformas cloud y navegadores. Para lograr un encriptado adecuado, los datos se deben cifrar antes de salir de su origen y permanecen protegidos hasta llegar a su destino previsto, reduciendo el riesgo de interceptación durante el desplazamiento.
Implementar controles de acceso sólidos
Otra de las prácticas de seguridad cloud esenciales consiste en desplegar sistemas de control de acceso rigurosos y estrictos. Después de todo, verificar la identidad de los usuarios es una de las mejores formas de evitar intrusiones.
Existen varias metodologías de control de ingreso. Una de las más utilizadas es la autenticación multifactor (MFA), que requiere que los usuarios proporcionen al menos 2 formas diferentes de credenciales válidas, como una contraseña y una huella dactilar, o un token y una instancia de identificación facial.
El control basado en roles y el principio del mínimo privilegio también son dos técnicas muy utilizadas para limitar el acceso de los usuarios, ya que permite que visualicen y utilicen solo los recursos que necesitan.
Actualizar periódicamente los sistemas
Mantener el software, los sistemas operativos y la infraestructura de la nube al día, ejecutando los últimos parches y actualizaciones de seguridad es crucial para garantizar la protección cloud.
Las organizaciones deben implantar un sólido proceso de gestión de updates para identificar, probar y aplicar rápidamente actualizaciones y parches de seguridad.
En este sentido, usar herramientas de automatización brinda la posibilidad de agilizar y mejorar la eficacia de los procesos de actualización IT, minimizando el riesgo de que las vulnerabilidades sean aprovechadas por expertos malintencionados.
Garantizar la seguridad de las API
Las interfaces de programación de aplicaciones, más conocidas como API, son el puente de comunicación entre las diferentes apps y los servicios en la nube.
Garantizar su seguridad es clave para resguardarse de amenazas como inyecciones de código o fugas de datos.
Exigir tokens de autenticación, restringir el acceso en función de los roles y validar todos los datos de entrada son medidas que pueden ayudar a fortificar las API.
Adoptar un enfoque Zero Trust
A diferencia de lo que sucede con los modelos tradicionales, que confían en los usuarios y las aplicaciones que se encuentran dentro del perímetro de la red, el encuadre Zero Trust se basa en la premisa “nunca confiar, siempre verificar”.
Al tratar cada solicitud como una amenaza potencial, más allá de su origen, el enfoque de confianza cero reduce el riesgo de amenazas internas y mitiga el daño de las intrusiones.
Supervisar y evaluar las vulnerabilidades periódicamente
A la hora de minimizar las posibilidades de sufrir incidentes o reducir el impacto de los ataques, hay pocas estrategias tan efectivas como la supervisión continua de los entornos cloud.
Vigilar permanentemente las plataformas, los datos y las aplicaciones de nube, así como los sistemas de protección permite detectar tempranamente vulnerabilidades de seguridad y actividades sospechosas.
Este enfoque proactivo disminuye significativamente el impacto potencial de cualquier amenaza de seguridad.
Implementar estrategias sólidas de copias de seguridad y de respuesta y recuperación ante incidentes
En caso de interrupciones operativas derivadas de incidentes de seguridad, fallos del sistema o desastres naturales —entre otras situaciones adversas—, las copias de seguridad garantizan la continuidad del negocio.
Para resguardar los datos, las organizaciones deben establecer programas regulares de copias de seguridad y almacenarlas en ubicaciones seguras.
Por otro lado, es fundamental que diseñen un plan de recuperación ante desastres que explicite los pasos a seguir para restaurar rápidamente los sistemas y datos críticos y retomar las operaciones tras un ataque o incidente. Solo así podrán minimizar el tiempo de inactividad y garantizar la continuidad operativa.
Capacitar al personal
Aunque los controles técnicos son cruciales, la formación de los empleados desempeña un papel clave en el mantenimiento de política de seguridad de la infraestructura cloud sólida.
Las organizaciones deben impartir capacitaciones sobre seguridad a todos los empleados, no solo a los que forman parte del departamento IT, a fin de instruirlos sobre las amenazas, los comportamientos recomendados y los niveles de responsabilidad a la hora de proteger los datos.
Enseñarles a detectar tácticas de phishing, a cuidar sus dispositivos de trabajo y a resguardarse del robo de datos son algunas de las actividades que ayudan a promover una cultura de ciberseguridad robusta.
¿Necesitás ayuda para implementar alguna de estas buenas prácticas de seguridad cloud en tu organización? ¡Comencemos a trabajar juntos! Mandanos un mensaje.